sábado, 30 de enero de 2016

Es simple

Tenemos que hablar: ya no puedo seguir haciéndolo.

Tengo el pecho hecho jirones y el tabaco solo me sabe a todos los labios que he besado pensando en que al fin ya no eran los tuyos.

No voy a echarte nada en cara porque de lo que menos ganas tengo ahora mismo es de volver a vertela.

Es complejo: es muy simple. Me quiero lo suficiente como para no volver a arrastrarme a la toxicidad de hacer lo mismo contigo.

Tengo el alma hecha jirones y una voz que grita que se acabaron los susurros que hablaban de alzar la voz de una vez.

Paso de los ciento volando porque tengo la cabeza llena de ellos y así tampoco se vive tan mal.

Es simple: es muy complejo. He aprendido a jugar con las palabras para rellenar el espacio que dejaron tus pezones.

Lo único que me duele ahora es el hecho de no haber notado la sangre que me salía del costado un poco antes.

Te escribo con la que lloré hace meses. Se me está vaciando el tintero y esto va a ser lo último que leas de ti.
Te quise.

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