domingo, 27 de marzo de 2016

Cobarde.

Pégala.
Pégala y regodeate
en tu valentía infundada.
Escúpela y dile que no vale nada.
Que es carroña,
tú, cuervo,
y sus ojos tristes son de nácar.
Dile que la quieres
entre vejación y vejación,
mírale el móvil,
el largo de su falda,
controla sus amistades
y no la dejes hablar con nadie
que sepas
que pueda tener el mínimo interés
en su boquita de niñita rebelde.
La muy puta.

Es inferior.
Es débil.
Es cobarde.
Es mujer.
Pégala.

Pégala y conviértete en todo
lo que tanto tiempo te llevan advirtiendo rehuir.
Conviértete en escoria.
Conviértete en deshecho social.
Sé un hijo sano del patriarcado,
y pégala.
Escúpela.
Intenta acabar con cualquier ápice
de la cálida humanidad residente
en su corazón ya amoratado.

Pero atente a las consecuencias.

Somos muchas.
Somos fuertes.
No somos lindas,
ni bonitas,
ni princesas.
Somos combativas.
Nos queremos vivas.
Nos queremos libres y nuestras.
Nos queremos.

Nos seguimos matando, joder.
No pretendamos arreglar un sistema
que perpetúa Eso
con tiritas,
cuando lo que se necesita
es acabar con él de raíz
de una vez por todas.

domingo, 20 de marzo de 2016

Me duele

Me duele Europa,
que no Siria,
ni Palestina,
ni Yemen.
Me duelen los niños
que saben utilizar un AK-47
mucho antes de haber deshojado una margarita.
Me duelen las fronteras,
el barro,
la lluvia.
Me duele este mundo enfermo
que prefiere dejar que todos aquellos
que no tienen nada que llevarse a la boca
se alimenten con pólvora
los unos a los otros.

Me duelen tanto los vencedores
como los vencidos
ya que eso significa
que todavía no hemos avanzado nada.
Que hacer la guerra
sigue siendo infinitamente más fácil
que el amor.
Que se me llenan los labios
de utopías
y señores con traje
siguen bailando,
decidiendo acortarnos las cadenas,
banalizando cualquier ápice de derechos,
vilipendiando a unos seres humanos
que por su culpa
tienen cada vez menos de lo segundo.
Y siento asco.

Cuántas vidas se diluyen
en un llanto que nunca rima.
Cuántos padres han llorado
por unos hijos que ya no.
Cuántos pies descalzos
han soñado pisar tierra
y se han encontrado
con esos sueños de futuro
esparcidos sobre el lodo.

Si esta es vuestra mierda de revolución
yo no pienso formar parte de ella.